MÁS ALLÁ DEL PEDALEO
Carlos R., coordinador internacional de 30 Días en Bici, reflexiona sobre cómo las eBikes están redefiniendo la movilidad urbana (y nuestras vidas)
El cochecentrismo imperante prioriza a los conductores y la automovilidad, sepultando o suprimiendo otras formas de vivir la ciudad y moverse en ella, como la movilidad activa o la movilidad de los cuidados (ej., llevar a los niños al colegio o a la guardería, hacer la compra, etc.). Este enfoque excesivamente centrado en el vehículo privado impacta en nuestras vidas en forma de desigualdad de clase en movilidad, velocidad injusta, “pobreza en el transporte” o la violencia vial.
Frente a este modelo urbano que ya no responde adecuadamente a las necesidades reales de las personas, las bicicletas ofrecen una solución efectiva para la movilidad urbana, reduciendo la dependencia de vehículos motorizados y fomentando un estilo de vida más activo. Y en este sentido, las bicicletas de asistencia eléctrica posibilitan recorrer distancias mayores y con menos esfuerzo, a cuerpos y edades diversas.
Y hablando de esa “movilidad de los cuidados” invisibilizada en la ciudad centrada en el coche, me viene a la memoria el testimonio de Laura, de 32 años: “Soy madre de un niño pequeño. Yo hago muchos desplazamientos cortos y en muchas direcciones, a veces bastante cargada. La eBike me permite llevar al niño a la guardería y luego hacer las compras diarias y atender a mi madre y resto de compromisos sin depender del coche. Es mi furgoneta familiar sostenible y sin ella mi vida sería una locura”.
En 30 Días en Bici siempre hemos creído que cada persona que subimos a una bicicleta provoca un cambio en su ciudad, saltando barreras físicas, mentales y emocionales para mejorar su vida. Pero ¿y si más gente pudiera pedalear más lejos, con menos barreras y más sonrisas? Ahí entra la revolución silenciosa de las eBikes: no como un lujo tecnológico, sino como un puente hacia una movilidad verdaderamente inclusiva.
La tecnología al servicio de las personas
La asistencia eléctrica no es “hacer trampa” – es ampliar horizontes, abrir puertas y hacer justicia. Ampliar horizontes para quienes ya no son jóvenes atléticos; abrir puertas a quienes tienen una cuesta imposible en su camino a casa o más de 14 kilómetros en su desplazamiento al trabajo. Justicia para quienes llevan años sin sentir la libertad de moverse sobre dos ruedas.
Tras más de diez años trabajando en la promoción del uso cotidiano de la bicicleta, subiendo a miles de personas a una bici en abril, tengo cientos de testimonios directos que hablan por sí solos sobre cómo la bicicleta es una herramienta de cambio social capaz de romper el círculo vicioso de la pérdida de oportunidades que genera la pobreza en el transporte. Y también tengo una certeza: la bicicleta eléctrica es uno de los desarrollos tecnológicos cuya cara humana es más evidente, claramente tecnología asequible al servicio de las personas.
Iniciando esta década, al finalizar una bicicletada en Gijón, una risueña jovenzuela de 68 años me contaba, con la emoción brillando en sus ojos, que después de 10 años sin tocar una bici, una eBike le devolvió la autonomía.
“Ahora voy al mercado, veo a mis amigas… hasta me atrevo a rodar fuera de los carriles bici. Es como tener alas. Me ha empoderado como dicen mis hijas”, me contaba.
Es el poder de la ebike: vencer barreras, barrer excusas para no hacer.
Y hace unos meses, en el Congreso Ibérico “La Bicicleta y la Ciudad”, en Santiago de Compostela, conocí a Javier, amante padre de 40 años y orgullosísimo propietario de una Urbanbiker UB100. Su experiencia confirma mis palabras:
“Para mí, 15 kilómetros diarios al trabajo eran impensables. Con mi UrbanBiker llego fresco, sin sudar y sin el estrés de aparcar”.
Javier valora haber reducido su huella de carbono y los ahorros diarios en transporte, pero lo que le impulsa cada día es recordar a su hija diciéndole “Papá, eres un héroe”.
Llegar a cualquier sitio: movilidad que humaniza
Esto es lo que convierte la alianza de 30 Días en Bici con Urbanbiker en algo tan especial.
Cuando una tecnología invita a las personas a mejorar su día a día y hacer la ciudad más amable para todos, la acerca a sus seres queridos o hace su vida más sencilla en múltiples sentidos, deja de ser tecnología para convertirse en bienestar. Las eBikes de UrbanBiker son el aliado perfecto para la misión de 30 Días en Bici: democratizar la movilidad activa, celebrar la diversidad de cuerpos y circunstancias, y recordar que las calles son lugares para vivir, no solo para pasar.
El futuro de la movilidad urbana no es ser eléctrico. Es ser más humano. La bici eléctrica nunca va a reemplazar a la bicicleta tradicional, muscular, sino que va a amplificar sus beneficios y expandir nuestro público objetivo. Por eso somos Aliadas: porque las ebikes de UrbanBiker representan esa unión virtuosa entre el esfuerzo humano y la tecnología sensible: una marca que no solo vende bicis, sino que acompaña el viaje de cada persona hacia una vida más conectada, sana y sostenible.
En definitiva: las eBikes nos recuerdan que el progreso no está en ir más rápido, sino en que más personas puedan llegar. Y eso, en el fondo, es lo que siempre hemos defendido: que la bicicleta –en todas sus formas– es una poderosa herramienta de transformación social.
Sobre el autor:
Carlos Rodríguez es coordinador internacional de 30 Días en Bici, una multipremiada campaña global de promoción del uso cotidiano de la bicicleta y colabora con UrbanBiker en el impulso de la movilidad sostenible.


